Seguramente en algún momento te habrás cuestionado sobre la belleza, si es que eres de las personas que les gusta el arte y si es el caso, la primera pregunta en muchos casos debía ser ¿Qué es lo bello o que no lo es?, este cuestionamiento es el punto de partida para mucho pensadores de las artes; a lo largo de la historia encontramos un esfuerzo por delimitar a la belleza, sin embargo entramos en un camino escabroso que no es fácil de determinar, por diversas situaciones que abordaremos en esta primera intervención.
El primer desafío esta ligado a la existencia del lo bello en sí mismo; es decir, encontrar un parámetro para determinar a partir de ello lo que es y no es belleza, sin embargo al idealizar la idea de lo bello entramos en el campo de la doxología, en la que cada persona tiene su propia percepción acerca de lo que entiende o percibe como tal, de ahí la frase "en gustos se rompen géneros" o "el arte es desde donde se mire"; estas posturas que se vinculan con la individualización.
Entonces cabe preguntarnos si la belleza es subjetiva o realmente existe un parámetro para determinarla de forma científica; para este oficio que nos ocupa existen dos formas básicas de hacer este análisis; dividiendo el estudio desde el ámbito de lo externo atendiendo a la forma y estructura, así como su significación interna; para entender esto lo haremos desde la siguiente frase "El que es bello es amado, el que no es bello no es amado", pudiera ser que esto tiende a la obviedad, sin embargo sugiere una serie de criterios para determinar como alguien puede ser amado por la belleza, como el color de sus ojos, su cabello, su estructura ósea, el cuerpo e incluso la voz; ¿Serán estos elementos de la belleza?.
No muchos están de acuerdo con esta postura de lo externo, atendiendo al fin ultimo del hombre que se es bello por los actos, esta es una visión mas humanista para visualizar a la belleza, como el abrazo de una persona a otra, las buenas acciones para con los mas necesitados o incluso la relación que tiene el hombre con la naturaleza que le rodea y la forma en que la trata, estas manifestaciones humanas pertenecen al ámbito de lo bello, en el que el hombre significa sus acciones a través de lo bello; por tal motivo la belleza en nuestros días no puede estar supedita a la mera percepción que carece de una profundización de lo que observamos, esta debe ser atendida con mayor cuidado, para no terminar en la belleza de los tontos que no analizan, que no sientes o que no valoran.
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